Habia una vez...
Andaba una jovencita distraída caminando por el bosque buscando algo para comer y encontró unos duraznos ademas de fresas, caminando por ahí también se topó con un morador del pueblo, un joven buen mozo quien andaba entretenido saboreando el sauco que acababa de recoger; ella se le acercó toda curiosa y cuando lo vió él tenia la cara toda salpicada con resto de fruta, ella se sonrió al verlo le pareció muy graicoso verlo todo manchado.Luego decidió sentarse a su lado a merendar la fruta que ella traía ; el jovencito era extremadamente tímido así que no dijo nada al respecto, sólo cogió un durazno, lo peló para ella y le sonrió un poco avergonzado. A ella le encantó el gesto, así que le contó quien era y que hacia por ahí mientras compartían las merienda. Aquella tarde comenzaron a escribir una linda historia desde entonces han sido muy buenos amigos, han compartido muchas experiencias; ella se enamoró desde el primer momento que lo vió, él no sabe exactamente que fue lo que le gustó de ella pero le encanta molestarla y cuidarla. Los dos siguen encontrándose en el bosque y disfrutan estar juntos. Si creen que hay algun parecido con la realidad es pura coincidencia...
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